Desde que embarcaron en el Baltic los hombres han matado las horas con largas conversaciones, lo cual a veces ha sido una salvación y otras una condena. Aquilino es de los que prefiere el silencio y poco tiene en común con estos hombres de mediana edad ya casados. Pero medio pueblo ha decidido emigrar a San Francisco así que Aquilino asume con resignación la compañía que le ha brindado el destino.
Cuatro de junio, 1909 de Alana Dapena Fraiz
Desde que embarcaron en el Baltic los hombres han matado las horas con largas conversaciones, lo cual a veces ha sido una salvación y otras una condena. Aquilino es de los que prefiere el silencio y poco tiene en común con estos hombres de mediana edad ya casados. Pero medio pueblo ha decidido emigrar a San Francisco así que Aquilino asume con resignación la compañía que le ha brindado el destino.