Marina de Laura Velázquez Morales

Marina se vio sola con cuatro hijos bajo sus alas, y cuando el gobierno rechazó su petición de pensión de viudedad, ya que su marido no estaba fallecido y no podía demostrar su muerte, se vio obligada a vender sus broches, telas y todo lo que su marido, en un intento por comprar su cariño, le había ido regalando en esos años de matrimonio. 

La sangre de las gardenias de Renzo Puntarelli Valenzuela

Lo veo todo pasar como una película… la gente, el miedo… aquella vez, un bombazo irrumpió en el silencio de la noche, se quebrantaron los dulces sueños a golpe de fusil, recuerdo a mi gente, el horror de sus caras, se agolpan los sentires. Yo me levanté, velozmente del catre y corrí a buscar a mis pequeñas hermanas a la habitación contigua, todo retumbaba, mientras en las paredes se hacían grietas a mi paso, el techo se resquebraja y el polvo, acumulado en las cornisas de las altas paredes, empezaba a caernos como nieve sobre nuestras cabezas. El olor a viejo, olvidado, sangre y miedo impregnaba el ambiente.

Manual mode, by anthony López Get

For those who can afford it, there’s a whole new market of fancy devices that connect to your phone or smart watch and register your breathing patterns, send you alarms, remind you to refill your oxygen tank, locate the nearest Oxygen Station, alert your emergency contacts if you collapse; they got you covered. Martha knows them very well. She was moved to the smart respirator department six months ago and has been selling them ever since.